lunes, 5 de agosto de 2013

LA CLAUSURA DEL ESTÍO









En la angustia de agosto doy por clausurado el verano. Porque no me gusta agosto.
Los días se acortan y los árboles empiezan a mostrar signos del enfermizo otoño.
Clausuro el verano porque la luz brillante te deslumbra.
Lo cierro porque las vacaciones son un invento (otro más) para tenernos entretenidos.
Echo la persiana porque al inicio del verano se murió un amigo y eso es una indecencia de la vida que no tolero.
¿Veis la fotografía? Ese hermoso verde, el extenso pinar, acabará siendo (más temprano que tarde) devorado por las dunas.
Y así lleva siendo desde antes de que estuviéramos.
Y así será cuando no estemos.
El fugaz fulgor de la luz.

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