martes, 23 de enero de 2007

Un regalo

Nevaba. Copos demorándose, cayendo ralentizados. Y en el coche -la placenta cálida y engañosa-, Ramón Trecet me hizo un regalo.
La música parecía sonar al ritmo de la nevada, lenta, demorada, hermosa y tan irreal como la felicidad o la paz.
La canción se titula "Mad World" y la canta, o la recita, o me la susurra al oído, Gary Jules.
No puedo parar de escucharla. Suena ahora y soy incapaz de transmitir en palabras cuánta emoción, cuánta tristeza me despierta.
Desvalidos y sin esperanza. A veces basta una hermosa canción para entender o entendernos.
La belleza y la maldad del mundo condensadas en tres minutos tan estremecedores que las lágrimas caen, como copos demorándose.
La densa nevada que oculta lo atroz.

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