sábado, 30 de diciembre de 2006

La muerte

Veo la muerte de un hombre. La soga al cuello. Los verdugos encapuchados que acaso le preguntan por cómo quiere que sean sus últimos instantes en este mundo. La gruesa soga rodeando un pañuelo, quizá para que la ejecución no deje huellas en el cuello herido, en el cuello seccionado. El cadáver a punto de llegar.
Veo la muerte, todas las muertes, y una columna de humo que anuncia más moribundos, otros dolores aún por venir.
Y vi Babel, la película, y comprendí que el aleteo de una mariposa en la otra parte del mundo nos afecta. Vulnerables todos. Heridos de muerte, humanos y mortales. Efímeros, como mariposas que nacen y fenecen antes de que anochezca la jornada.
Leo un libro titulado "Carpe Diem". Poca cosa somos, compañeros.
Momentos trascendidos.
Sombras.
Recuerdos.
Ilusiones yertas.
Caminos rotos en un instante doloroso.

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