sábado, 21 de octubre de 2006

Gracias, Paul Auster

La lucidez, la inteligencia y la sensibilidad son bienes escasos en estos días, acaso en todos los días del pasado y del futuro.
Quienes poseen esos bienes escasos y son capaces de compartirlos alcanzan la extraña comunión que nos emociona y nos conturba.
Leo a Auster y logra hacerme sonreír y soñar.
Dijo ayer: "La novela es una colaboración a partes iguales entre el escritor y el lector, y constituye el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad".
Y no puedo estar más de acuerdo.
Mientras se derrumba el mundo a nuestro alrededor, cuando se desmoronan los sueños y las ilusiones, cuando el fracaso es certeza, algo tan aparentemente inútil como una historia bien contada nos devuelve una clase de alegría inusitada, nos regala una emoción, un atisbo de luz entre tinieblas.
Gracias, Auster, por no ser un extraño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He enlazado tu blog al mío ;D. A ver si lo actualizas prontito, wapa. Ánimo y un besote grande :)

Anónimo dijo...

Ja ja ja, Ana no la presiones y ten paciencia. Ya actualizará. Todo el mundo debería tener un blog. Es casi mi único contacto con el mundo.

Un beso para cada una.

A.Ruiz dijo...

Seré buena y actualizaré... en cuanto la vida sea un poco buena conmigo y no tenga que anotar sólo penas que a nadie le sirven...
Besos a ambos y gracias mil, claro.