domingo, 5 de junio de 2005

Junio

Se nos ha venido junio encima, con su calor, con su aire falso de vacaciones próximas, con los exámenes recordando a los más jóvenes que, o sudan ahora, o sudarán en la canícula de agosto.
Este junio que antes venía preñado de olor a playa y a mar y ahora llega y se nos cae encima, con todo el dolor de los recuerdos. Y anula la salitre y las olas y los castillos de arena.
Ya sabemos, ahora sí, que los castillos hechos de fina arena blanca se desmoronan al primer encontronazo de las olas.
Igual pasa con las personas. Exactamente igual.

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