miércoles, 18 de junio de 2008

El alma del Ebro

La escultura de Jaume Plensa tiene un alma escondida tras las letras. Un ser humano escrito por fuera, legible en el interior.
De todos los fastos, de todas las exposiciones, me quedo en propiedad esas palabras aún sin formar, con las letras a flor de piel de un ser sin rostro.
Acaso sea el reflejo de tanto como hemos leído y de todo aquello que nos queda por escribir. Las ideas y los sueños que nos despellejan lentamente, aunque sea entre luces, aunque no nos demos cuenta.
Letraheridos, especie en extinción.
Luminosos entre tanta oscuridad.

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