jueves, 10 de agosto de 2006

Agosto y muerte

Afilo mis caderas
cuchillos acerados cercenan las curvas.
El tiempo se enroca en las aristas
y descubro
más mentiras que certezas.
La pasión como mordaza
y nubes blancas cegando los ojos.

Disculpen,
me hago vieja.

Afilo mis caderas
cuchillos acerados que me hieren
también a mí
y a ti
y a los ausentes.

Disculpen,
he empezado a morirme.

Respiro
un aire envenenado
y paseo
mis afiladas caderas,
banderas de otro tiempo,
muertos deseos
y toneladas de silencio
brillante y letal.

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