Qué pensará esa gente,
los indecentes.
A quién encomendarán
tanta estulticia
para qué les servirá
ser mala gente.
Sí sé lo que pienso yo de ellos.
Sé que es breve todo,
la vida más,
y que prefiero
que me recuerden por amar.
Por lo demás hay que aspirar
a que no nos hieran en exceso.
Tenemos la gran virtud
de poder herirles...
tan sólo con un verso
a esos perversos.
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