miércoles, 31 de diciembre de 2008

Finales

La inevitable cuenta atrás.
Acaso el día de cada año en que nos sentimos más perecederos.
Ese lento morir de los segundos que nos lleva a descubrir que nada ocurre al otro lado del telón del tiempo.
Seremos los mismos, tan finitos como ayer, pero infinitamente más viejos.
Y nos seguirá habitando la misma certidumbre de la nada.
Y viviremos, o no, con todas las incertidumbres del futuro.
Será que somos cada vez más mortales.
O que sabemos más.
O que no sabemos nada.

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