Afilo mis caderas
cuchillos acerados cercenan las curvas.
El tiempo se enroca en las aristas
y descubro
más mentiras que certezas.
La pasión como mordaza
y nubes blancas cegando los ojos.
Disculpen,
me hago vieja.
Afilo mis caderas
cuchillos acerados que me hieren
también a mí
y a ti
y a los ausentes.
Disculpen,
he empezado a morirme.
Respiro
un aire envenenado
y paseo
mis afiladas caderas,
banderas de otro tiempo,
muertos deseos
y toneladas de silencio
brillante y letal.
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