miércoles, 31 de diciembre de 2014

ARMAS CARGADAS DE FUTURO



"Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse".

Y si lo escribió Gabriel Celaya y lo hizo tan atinadamente, para qué añadir más en este día postrero de un año negro.
Porque si estamos tocando el fondo, hora será de ir levando anclas o soltar amarras o lo que quiera que hagan los marineros valientes antes las tempestades.
Todo menos quedarse al pairo.
Todo menos ver cómo zozobramos.
O nos hunden.
O lo intentan.

Maldigo a quien no toma partido, a quien no se remanga y lucha hasta desenterrar del fango aquello que quieren que olvidemos los interesados en la amnesia.

Maldigo a quien olvida que otros, antes que nosotros, también se vieron tocando fondo y alzaron la voz y las cabezas y se pusieron a trabajar.

Benditos quienes no se resignan, no se acobardan, no se esconden.
Acaso el futuro no exista o sea negro pero, de haberlo, será de esos valientes que toman partido hasta mancharse.
La poesía no es un adorno.
Sigue siendo (gracias, Celaya), el arma cargada de futuro; la tabla a la que asirse en mitad de una tormenta adonde nos llevaron quienes no tienen botes salvavidas, ni saben qué cosa sea la dignidad.