Sé
de sobra de los tiempos
de
los muertos.
Aprendí
bien la lección
y
nada espero
de
quien nada te dio
pues
pudo darte
y
no quiso.
Pues
pudo ser
y
no vivió.
No
seré yo quien le convenza
de
que puede resucitarse
con
un ligero esfuerzo.
Ése
que solemos llamar
Vivir.